miércoles, 3 de septiembre de 2008

EPÍSTOLAS DE AMOR A LA DISTANCIA XXXIX

Lunes 01, septiembre

Hechiceras de la noche azul de mar:

Ayer me he descubierto entre el laberinto. El toro blanco ha sido feliz en su elemento: entre muros-sábanas, grafiteados con los signos de quien he sido y seré: el destino, dicen los antiguos, se deduce de aquello que perdura. Me he visto al fin en el laberinto de mis sueños. Rodeada de mí. Es a un tiempo gozo y una pizca de nostalgia por aquellos que han muerto en el camino, sí; pero sobre todo por la claridad y la sorpresa de observar mi muerte en cada instante.

Yo sé que ya puedo irme en paz. Y es quizá la sensación de la muerte la que signa los tránsitos y las volteretas de la rueda eterna. De frente al cielo, de cabeza al infierno; una vez y otra, hasta el final de los tiempos.

Yo he sabido que mis sábanas signan el cruce de las aguas del antes y el después; remolino espiral que me lleva a los abismos oscuros, al reino que se halla bajo el mar, donde todo termina. Y es probable que después de tal instante, no quede en mí más por decir ni por hacer, sino recobrar los tesoros perdidos, las tierras fantásticas y todo cuanto y cuento me ha sido concedido: tiempo de recoger los pasos para entregar en balance las cuentas a la vida, y nada quedar en deuda.

Inicio hoy las diligencias para emprender el camino de vuelta a casa.

Con mi amor en ustedes: señora C.

2 comentarios:

Ileana Cruz dijo...

Las sábanas han sido mortaja y ropa de cama, de cuna de recién nacida. En ellas ha visto, querida señora, su destino de Escritora, con mayúscula.

Quizá por ello necesitó verse en laberinto, quizá por eso su toro retoza en la plenitud de la tarea realizada con tanta entrega, con tanto amor, porque ha de saber que nosotros, a quienes nos compartió un lienzo, le estamos más agradecidos de lo que expresamos, incluso más de lo que muchos vayan a expresar.

Un abrazo, querida amiga

Dra. Kleine dijo...

Su venia será fortuna para nosotras mi dama exitosa. Buenaventura en el camino y llegad con seguros de abrazos de mi parte.